La prioridad de la oración y la predicación expositiva por John MacArthur

por Alejandro Villegas
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Si el predicador ha de presentar el mensaje de Dios con poder, la oración debe permear su vida y proveer un medio ambiente para el fruto del Espíritu que dure a través de toda su existencia. Su ejemplo espiritual hace que otros tomen su mensaje con seriedad. Como seguidor de Dios, su credibilidad espiritual atrae poderosamente a otros a seguirle, debido a que es pionero, él práctica una devoción total a Dios. Él le da humildemente toda la gloria a Dios y se somete a Su Palabra. Demuestra honestidad y disciplina su lengua, la mente y el cuerpo, junto con un ferviente ingenio.

Dios utiliza su liderazgo para marcar el camino a medida que llama a otros a la obediencia. Todas las cualidades espirituales, particularmente la santidad y la dependencia de Dios, son ingredientes básicos en la experiencia de un predicador que ora.
Un noble hombre de Dios, es un hombre de oración apasionado por la búsqueda de Dios. Persigue a Dios en una vida moldeada por la santidad que recomienda a otros. Es profundamente serio en cuanto al principio divino de seguir la justicia y desea que Dios muestre su salvación. La luz divina resplandece de manera más brillante en él, obligando a sus oyentes a buscar las bellezas de Dios.

John MacArthur ( Como predicar biblicamente). Pág 81-82

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