La Declaración de las Iglesias Evangélicas sobre el Aborto, emitida como “PUBLICIDAD”, es una manifestación de su posición contraria a la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales (boletín 9895-11) en Chile, que en el momento del texto había ingresado al Senado.
Los puntos clave de su declaración son:
La vida humana comienza desde el momento de la concepción: Argumentan que es un hecho científica y religiosamente comprobado (citando Jeremías 1:5) y que tanto la vida de la gestante como la del embrión deben protegerse.
El aborto no es la solución: Proponen alternativas a las tres causales, como:
Promover y desarrollar políticas públicas de Contención y Apoyo Integral a las madres con embarazos vulnerables.
Elaborar propuestas para facilitar los procesos de adopción, incluso “in útero”.
Fortalecer los vínculos familiares, la prevención del embarazo adolescente y una adecuada educación sexual.
La defensa de la vida humana es un alto objetivo: Sostienen que la lucha contra el aborto clandestino no se resuelve legalizando la muerte de los seres gestados. Proponen que la atención se centre en erradicar la pobreza, la desigualdad, la inequidad, la falta de oportunidades y educación, que consideran los verdaderos causantes de la miseria y mortalidad.
El aborto no es un derecho: Afirman que no existe ordenamiento jurídico, legislación o tratado que lo consagre como tal y hacen un llamado a pronunciarse públicamente en favor de la vida, citando “No matarás” (Éxodo 20:13).
Concluyen con la afirmación: “¡LOS CRISTIANOS EVANGÉLICOS ESTAMOS A FAVOR DE LA VIDA!”
La declaración cuenta con la adhesión de numerosas iglesias y organizaciones evangélicas y cristianas en Chile.
Declaración de Iglesias Evangélicas en Chile sobre el Aborto.
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