Un pastor predicando en una iglesia carismática, justo después del saludo inicial comenzó a brincar y decir: ¡He aquí, veo a un ángel entrando a la iglesia! y la iglesia comenzó a gritar, y continuó el predicador, ¡he aquí, él viene sobre los jóvenes! y los jóvenes comenzaron a saltar, el predicador continuó diciendo, ¡he
Un pastor predicando en una iglesia carismática, justo después del saludo inicial comenzó a brincar y decir: ¡He aquí, veo a un ángel entrando a la iglesia! y la iglesia comenzó a gritar, y continuó el predicador, ¡he aquí, él viene sobre los jóvenes! y los jóvenes comenzaron a saltar, el predicador continuó diciendo, ¡he aquí está pasando sobre las hermanas! y las hermanas comenzaron a saltar por todos lados y a hablar “leguas”, a dar golpes al aire y a mover su cabeza sacudiendo el cabello con violencia en forma de círculos.
El predicador siguió narrando la trayectoria del ángel y dijo: ¡Y ahora viene al altar en medio de los músicos!, y pasó los mismo, y cuando todos estaban “éxtasis” dijo el predicador: ¡Y he aquí ese ángel es Satanás! En ese momento todos se quedaron congelados y dejaron de hacer lo que estaban haciendo.
El pastor que hizo esto lo hizo para probarles a las personas que estaban allí que es muy fácil engañar a los creyentes carismáticos de hoy en día, pues ahora hay un montón de charlatanes, sensacionalistas, emocionales y oportunistas que andan predicando en las iglesias que lo único que saben es hacer un show y no exponen correctamente las Escrituras.
Lamentablemente la gente que no conoce ni lee sus Biblias atribuye al Espíritu Santo estas cosas extrañas pero que en realidad son puros sentimientos humanos o en su defecto la obra del mismo diablo. Una iglesia llena del Espiritu Santo es una donde se predica y explica correctamente la Palabra de Dios y una donde Cristo es el centro de la reunión.
Pastor Ríos