Este miércoles se cumplió una semana del denominado “Avivamiento en Asbury” (EUA) – desde la semana pasada, el culto de capilla de la Universidad Asbury se ha prolongado sin interrupción. Cánticos y oraciones se han mantenido como parte de un culto espontáneo de adoración.
Qué grato y sosprendente es que una comunidad ha dedicado varios días a la adoración comunitaria – donde quiera que eso ocurra, Dios conceda que la adoración de su pueblo se mantenga “en Espíritu y en verdad”.
Algunas precauciones habrá que tener ante este fervor doxológico que se ha vuelto quizá el primer brote de avivamiento mediático de la historia (youtube, tiktok, twiter e instagram lo testifican).
Aquí mis reflexiones:
1) Lo que se denomina “avivamiento” históricamente ha ocurrido acompañado de cultos, oraciones, alabanza y reuniones de cristianos, pero NO se limita a estos. La evidencia del poder del Espíritu Santo no son sólo cultos fervorosos sino también vidas transformadas.
2) Aunque los avivamientos comienzan naturalmente (por obra de Dios) en un lugar y momento determinado, no se debe hacer del lugar el epicentro de la atención ni se debería atribuír al lugar alguna propiedad mística – ya hay noticias de gente llegando de otras partes del país, reservando vuelos y hospedaje en la zona para participar de esta “experiencia”.
3) Se habla mucho de que el avivamiento en Asbury se ha caracterizado por mucha gente arrepentida. Muy bien, gloria a Dios por quienes están siendo quebrantados y por la convicción de pecado – todos necesitamos ser confrontados con nuestra impiedad para ir a Cristo en fe. Pero recordemos que el arrepentimiento NO es un sentimiento ni una experiencia, sino un estilo de vida, un cambio a nivel de frutos.
4) Los avivamientos del pasado, por ejemplo en el tiempo del regreso del exilio de Israel o en la reforma del siglo XVI tuvieron como motor el redescubrimiento de las Sagradas Escrituras; hubo doxología, hubo liturgia, hubo oración, hubo gozo – porque la palaba de Dios marcó la pauta para estas cosas. Si la exposición de la Palabra es la gran ausente de un avivamiento, quizá es una de las primeras señales de alarma.
5) A la par de lo anterior, los apóstoles nos animan a que “la palabra de Dios more en abundancia en nosotros” y lo vincula a lo que cantamos – es decir que lo que cantamos esté saturado de las escrituras. Creo que cantar por más de una hora “haz llover” es demasiado y dice mucho de la doctrina y convicciones de quienes cantan.
Si un avivamiento ocurre, será guiado por el Espíritu Santo – y el Espíritu nos llevará a adorar al Señor con palabras (y declaraciones de fe) que honren al Dios revelado en las escrituras.
6) Es legítimo orar por un avivamiento y experimentar profundo gozo y fervor cristianos. Pero los cristianos avivados NO se pueden recluír permanentemente en una capilla. El avivamiento en Asbury ha despertado cierto fervor y es un motivo de celebración. Pero siete días de esta experiencia significa que hay muchos alumnos que ya han faltado a clases durante una semana. Y mucho de la labor académica, propia de la universidad ha sido descuidado durante estos días – ¿Acaso atender las labores institucionales, asistir regularmente a clases y continuar con la vida académica regular de la universidad pondría en peligro un avivamiento espiritual?
7) La Capilla de Asbury pertenece a la universidad. Si bien, muchos cristianos se congregan ahí entre semana para un culto devocional, no constituye en sí una iglesia local. A lo que me refiero es que el domingo pasado (y quizá otros próximos), muchos estudiantes prefirieron permanecer en la capilla de Asbury en lugar de asistir a la reunión de su iglesia local a adorar y escuchar la exposición de las escrituras – ¿No representa esto una anomalía en el entendimiento de la iglesia, la centralidad de las escrituras y el uso de los medios de gracia?
NO dudo que Dios en su soberanía hace las cosas más allá de lo que imaginamos. Pero una y otra vez somos advertidos en las escrituras a aplicar discernimiento y llevar todo pensamiento cautivo a Cristo.
La iglesia necesita un avivamiento, y uno que sea verdadero; que nos llene de fervor, de santidad y de perseverancia – que sea evidente en nuestra fe y en nuestra conducta; en toda nuestra manera de vivir.
Por Samuel Hernandez Clemente
Originally posted 2023-02-17 17:48:06.
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