El documento endurece los requisitos para establecer asociaciones religiosas a nivel nacional o local, al tiempo que otorga a las autoridades la capacidad de cerrar e incluso liquidar una comunidad religiosa. La liquidación puede ocurrir en casos en los que las actividades contradigan los principios fundamentales de la política interna y externa de Bielorrusia o sean perjudiciales
El documento endurece los requisitos para establecer asociaciones religiosas a nivel nacional o local, al tiempo que otorga a las autoridades la capacidad de cerrar e incluso liquidar una comunidad religiosa.
La liquidación puede ocurrir en casos en los que las actividades contradigan los principios fundamentales de la política interna y externa de Bielorrusia o sean perjudiciales para la salud del pueblo bielorruso.
Según el proyecto de ley, las organizaciones religiosas deben someterse a un nuevo registro dentro del año siguiente a la entrada en vigor de la ley. Este proceso de reinscripción comenzará en el verano de 2024 y deberá completarse a principios de enero de 2025.
Para obtener el registro completo como asociación religiosa nacional, se requiere la inclusión de al menos 15 comunidades religiosas de Minsk y todas las regiones, y al menos una de ellas debe tener una existencia de más de 30 años.
Además, el proyecto de ley establece que el líder o fundador de una organización religiosa, ya sea a nivel nacional o local, no puede estar en la lista de extremistas y terroristas.
Los comités ejecutivos locales permiten a las organizaciones religiosas establecer orfanatos y servicios sociales para personas mayores, personas con discapacidad y personas dependientes de sustancias psicoactivas.
Sin embargo, estas organizaciones tienen prohibido participar en actividades políticas, involucrarse con partidos políticos y brindarles apoyo.
Los grupos religiosos no pueden usar símbolos políticos y tampoco se les permite llevar a cabo actividades que vayan en contra de la soberanía de Bielorrusia, su sistema constitucional y la armonía civil. Está prohibido cualquier actividad que desacredite al país, promueva la guerra, la hostilidad, el extremismo o humille el honor y la dignidad nacionales.
Según el proyecto de ley, los programas de enseñanza religiosa no deben difundir propaganda de guerra, hostilidad y extremismo, ni oponerse a la ideología de los valores tradicionales generalmente reconocidos en el Estado bielorruso.
Durante los últimos años, las iglesias evangélicas en Bielorrusia han experimentado una estricta supervisión y amenazas por parte de las autoridades nacionales y locales. Pastores y otros creyentes han sido llevados a juicio por apoyar manifestaciones pacíficas contra el gobierno.
Organizaciones como Nueva Vida en Minsk han sido acosadas y cerradas después de que sus miembros expresaran críticas a las políticas del presidente Lukashenko y a la falta de libertades en el país.
“La disminución de la libertad de religión o de creencias en Bielorrusia es motivo de gran preocupación. El gobierno de Lukashenko continúa reprimiendo duramente a la sociedad civil y aumentar los esfuerzos para regular la vida religiosa”, subrayó el investigador estadounidense Dylan Schexneydre, que publicó un informe sobre la situación de la libertad religiosa en Bielorrusia en 2023.
El Parlamento Europeo adoptó una resolución el 14 de diciembre de 2023, con 489 votos a favor, 7 en contra y 42 abstenciones, en la que instó al régimen de Lukashenko a «liberar al líder de la oposición Mikalai Statkevich junto con los casi 1.500 presos políticos de Bielorrusia», incluyendo líderes religiosos.
por:Bibliatodo
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