“ME QUITAN MI SUELDO POR OPONERME A DAR CLASES MEDIANTE UNA PLATAFORMA IDEOLÓGICA PERVERSA” Por Tomás I. González Pondal Nunca he tenido problemas para darme cuenta cuándo uno es ‘piedra en un zapato’, advertencia que fácilmente hago al identificar al zapato. Pero hay veces que nos topamos con calzados inesperados. Hace más de diez años
“ME QUITAN MI SUELDO POR OPONERME A DAR CLASES MEDIANTE UNA PLATAFORMA IDEOLÓGICA PERVERSA”
Por Tomás I. González Pondal
Nunca he tenido problemas para darme cuenta cuándo uno es ‘piedra en un zapato’, advertencia que fácilmente hago al identificar al zapato. Pero hay veces que nos topamos con calzados inesperados.
Hace más de diez años doy clases en el Colegio San Luis Rey nivel secundario, institución que siempre dijo brindar una enseñanza católica a los alumnos que, conforme disposición de sus padres, buscaban en principio ese perfil.
Como es de público conocimiento, con esto del coronavirus, las escuelas a nivel país comenzaron a dar clases virtuales. La institución en la cual hace años me desempeño como profesor, no quedó ajena a esa nueva forma de transmisión de la enseñanza, para lo cual estableció una plataforma virtual interna, la que funcionaba muy bien, sin problemas.
Pero en pocos días todo cambió, dio un giro inesperado. El Gobierno Provincial mediante una resolución abyecta e inconstitucional, obligó a todos los colegios de la provincia a tener que enseñar sirviéndose de una plataforma cargada de ideología de género y de aborto. Claro que eso, hoy por hoy, no debe extrañar a nadie, debido a que ya sabemos cuáles son los rumbos que la inmensa mayoría de los gobiernos eligen. Lo que nunca imaginé es que la directora del colegio San Luis Rey nivel secundario, la Sra. Clarisa Vallejos, iba a traicionar los principios de la referida escuela; en efecto, con un apuro especial, con una urgencia llamativa, adhirió de rondón a la medida del Ministerio de Educación, y entregó el colegio, profesores y alumnos, a la dañina plataforma virtual falsamente llamada educativa.
Enterado de esa disposición me opuse a la misma a través del gmail público institucional, es decir, usé el mismo medio elegido por la señora Vallejos para hacernos saber todo lo relativo a la escuela en tiempos de encierro. Mi oposición constó de cuatro escritos: al primero lo titulé “Me opongo”; luego envié otro llamado “Solicitud”; uno tercero que fue un comunicado; y al cuarto denominé “Contestación al nuevo comunicado institucional”.
Siempre sirviéndome del gmail público optado por quien dirige la institución, por ahí mismo hice saber que: “La plataforma a la que ahora la Directora del Colegio San Luis Rey, Clarisa Vallejos, quiere enviarnos, está a merced del Ministerio de Educación de la Nación y su llamado ‘Seguimos Educando’. Allí también se puede ver la introducción del tema ‘género’, por caso se habla de ‘el género de la Patria’, y se pasa un material sobre Malvinas que es completamente desmalvinazador (https://www.educ.ar/recursos/130594/un-viaje-a-malvinas). Se deja pésimamente parada a la Evangelización de América aprovechando lo de Malvinas (https://www.educ.ar/…/10…/malvinas-historia-de-la-usurpacion). ¡Cuántas cosas ha logrado el gobierno con el virus! Con un poco de paciencia, quien recorra algunos contenidos de los que ofrece la plataforma a donde la directora envía ahora a los alumnos y docentes, podrán verse cosas como Revista N°11 Juana y Pascual (http://juanaypascual.sanluis.edu.ar/revistas/11), la cual aborda la temática familia, transmitiendo enormes perversiones ideológicas a los chicos. Por caso, al ingresar allí, en el Punto 10 llamado ‘Familias para Todos y Todas’, puede leerse: me llamo ‘Luna, tengo dos mamás’, etc. ¿Eso es educación? ¿Un colegio que se dice católico puede enviar a ese sitio? Si la directora del Colegio San Luis Rey, Clarisa Vallejos, ya sabe de eso y aún así manda a esas plataformas, traiciona la fe y la verdadera educación. Y si no lo sabe, al tener el deber, como directora que es, de saber a dónde está enviando a los educandos y docentes, prueba una irresponsabilidad inadmisible (…). En la página 8 del número 13 de la Revista aludida, se enseña que la elección de géneros está bien y que debe respetarse eso.” Le indiqué a la Señora Clarisa Vallejos que la plataforma provincial “obligatoria”, vinculada a la plataforma nacional, muestra a los alumnos en la sección “Seguimos Educando: Nivel Primario, Primer grado, en Ciencias Sociales, página 29, a dos tipos con un niño (he aquí lo que ahora llaman “nuevas familias”); en Cuarto y Quinto grado, página 41, se enseña diversidad, donde salen pintados los di-versos con hijos; en la página 45 se les enseña la versión oficial de la época del proceso.
En Sexto y Séptimo grado, página 9, enseña a mirar mal un modelo de mujer tradicional, y, en cuadro rojo, se introduce que está bien el ‘género’ que se desee; en la página 13, se enseña a romper lo que denominan ahora estereotipos. Si uno se mete en la sección ESI, bue… allí está toda la putrefacción en su máximo hedor. Para Nivel Inicial: ‘Garantizar la equidad de género’, ‘respetar la diversidad’, ‘evitando estereotipos de género’, ‘la diversidad de familias’. ¿Se leyó bien? ¡Nivel Inicial! Para Nivel Primario: ‘orientación sexual e identidad de género’, ‘los métodos anticonceptivos’. Nivel Secundario: ‘El embarazo no intencional en la adolescencia: los métodos anticonceptivos’ (léase aborto), ‘los marcos legales para el acceso a los servicios de salud sexual’ (léase aborto, al que, como sabemos, lo consideran un tema de salud), ‘respeto a las distintas maneras de ser mujer y de ser varón.”
Entre otras cosas, en los escritos aludidos también hice saber a la directora: Que “el virus afecta cuerpos hasta donde se sabe, y, en razón de ello, piden aislamiento. Pero el virus no afecta modalidades de enseñanza que bien pueden ser adoptadas con libertad y tranquilidad por las instituciones privadas. Pues entonces: ¿qué están pretendiendo?”. Que “lo que cada vez se ve más, es la puesta en escena del quite a padres y escuelas de la potestad educativa, para que, PAPÁ GOBIERNO, asuma así la ‘educación’ de los hijos”. Que “la Resolución 44 procedente del Ministerio de Educación Provincial, avasalla con total impunidad la libertad no solo institucional, sino del educador en cuanto tal, buscando una igualdad de corte tiránico-socialista inadmisible.” Que “no comulgaré con esa plataforma, ni con la obligatoriedad opresora y caprichosa del régimen, ni mandaré a quienes se me ha encomendado como alumnos a meterse allí.” Que “no cuenten conmigo”, que “me da vergüenza ver el logo de San Luis Rey en gmails que llegan llamados San Luis Rey Nivel Secundario.
Vergüenza al contrastar el gran modelo de Santo y Rey, con una máscara que se hace pasar por él. Vergüenza al recordar lo que llegó a ser en el pasado la referida institución, y ver lo que hoy se está haciendo con ella.” Que “un colegio católico no puede participar de ella (la plataforma) sin estar traicionando sus principios, y que, en virtud de ello, la señora directora, Clarisa Vallejo, no puede arrogarse una potestad que no está permitida”. Que “se pone en peligro el alma y buena educación de la juventud que se nos encomienda”. Que Clarisa Vallejos obró “sin mi consentimiento”, incorporándome “a un zona web violando así mi potestad de decisión y mi conciencia”, y que “mi compromiso siempre ha sido con San Luis Rey por lo que implicaba el espíritu del San Luis Rey”, y que “jamás di aval alguno para que se me involucre de manera inopinada, arbitraria, totalitaria e inconsulta, en ámbitos que nada tienen que ver con el espíritu referido. Clarisa Vallejos me metió sin mi autorización en un ámbito ajeno a mis convicciones, violando así mi derecho a saber, mi conciencia, y mi voluntad”.
Solicité públicamente “que por tener derecho, por ley divina, natural y jurídica, se me deje continuar bajo la modalidad digital que había sido estipulada en un principio, modalidad que venía funcionando muy bien, era ordenada, no sometía al docente a una participación perniciosa, ni al alumno a riesgos ya expuestos”. Se me hizo saber que no podía continuar con esa modalidad, y que debía dar mis cursos sirviéndome de la plataforma del gobierno.
Debido a mis tres primeros escritos, la directora Clarisa Vallejos refrenda un “Comunicado público” intentando dar tranquilidad a los docentes, intentando querer desligarse de la traición en la que había incurrido, y a cada parte de ese comunicado di también respuesta pública indicando dónde estaban las falsedades:
Dice el Comunicado: “En la última comunicación desde el Ministerio de Educación, hemos recibido la Resolución N°44, que nos convoca al trabajo en las aulas virtuales de la Universidad de la Punta -ULP, desde el 14 de abril hemos sido comunicados que a través de nuestras Plantas Orgánicas Funcionales oficiales presentadas al Ministerio nos han creado las aulas virtuales necesarias para este proceso.” Le respondí: “Dicen ‘nos convoca’. Es falso: no es una convocatoria, es una imposición, imposición que, como deje expuesto en mis tres escritos anteriores, al menos en lo que a mí respecta, se ha pasado por sobre mis convicciones de modo totalmente avasallante. En segundo lugar, esas aulas virtuales no son ‘necesarias para este proceso’, pues, de los colegios, al menos los privados, jamás le expresaron al Gobierno que tenían necesidad de tales aulas: nosotros pudimos sortear la dificultad del encierro por virus, y nos manejábamos con una plataforma propia.”
Dice el Comunicado: “Es importante en este contexto tener claro que el aula es un espacio virtual que nosotros utilizamos, pero que los contenidos que allí subiremos son los que cada docente desarrolla según el plan anual que se desprende del Objetivo Institucional ya mencionado, la formación integral de la persona humana según Cristo y su evangelio. Por ende, esto nos pide redoblar esfuerzos para seguir transversalizando cada una de nuestras áreas curriculares desde la verdad del Evangelio en las enseñanzas de la Iglesia.” Le respondí: “Se pone el acento en un punto secundario.
El principal –y sobre el cual nada se dice- es que se está participando de una plataforma con contenidos signados por la ideología de género y el aborto. A nadie se le escapa que más allá de lo que el profesor pueda dar, ahí quedan ya vinculados los alumnos, desde la virtualidad, a una plataforma nefasta, y eso con aval de un Colegio que se dice Católico. Por tanto, esas palabras de ‘formación integral de la persona humana según Cristo y su Evangelio’, vienen solo a modo de relleno, porque Cristo y su Evangelio no participan de algo dañino para el alma. Recordando lo que dice San Pablo: ‘Dios los abandonó a sus pasiones secretas; se entregaron a la impureza y deshonraron sus propios cuerpos. Cambiaron la verdad de Dios por la mentira (…). Por esto Dios dejó que fueran presa de pasiones vergonzosas: ahora sus mujeres cambian las relaciones sexuales normales por relaciones contra la naturaleza. Los hombres, asimismo, dejan la relación natural con la mujer y se apasionan los unos por los otros; practican torpezas varones con varones, y así reciben en su propia persona el castigo merecido por su aberración (…). En ellos no se ve más que injusticia, perversidad’ (Carta a los Romanos, Capítulo 1, 24 y ss). No resulta muy coherente que una Institución que se dice seguidora del Evangelio (lo acabo de citar), a su vez, participe de una plataforma en donde se enseña la degenerada ESI, donde se enseña el Aborto, donde Luna tiene dos mamás.”
Dice el Comunicado: “Damos la tranquilidad a cada docente que en el uso de las aulas virtuales no están obligados a consultar o utilizar ningún tipo de material sugerido por el Ministerio de Educación o la Universidad de la Punta -ULP que no comulgue con los valores Institucionales.” Le respondí: “Es falso. No pueden dar ninguna tranquilidad, pues no pasa por el acotamiento de un sitio, pasa por la participación que tanto vengo marcando. No se reduce a algo personal, se extiende a algo que, al propiciar la participación, no solo se va de las manos en cuanto a los alumnos, sino que, queda avalada por Institución Católica su visto bueno. Y lo triste incluso es la mismísima redacción: ni siquiera se conmina a los profesores de un colegio católico a no usar de esos contenidos, simplemente, ahí sí, se le dice que no es obligatorio… ¿y si quiere?”
Dice el Comunicado: “Los colegios San Luis Rey y Santa María en todos sus niveles y como Institución Educativa pública de gestión privada brindan ante todo una educación basada en la formación Integral de la persona desde la Cosmovisión Cristiana. Y como educación Pública tenemos exigencias y formalidades que nos permiten ser parte del sistema educativo oficial de la provincia y el país.” Le respondí: “De nuevo meras palabras, de nuevo el escudarse en algo que se entregó: ‘la Cosmovisón Cristina’. La participación permite al alumno si se le antoja (¡con aprobación de Institución que avala esa plataforma!) una cosmovisión de la ideología contranatura. Siempre la genuflexión con ‘exigencias y formalidades’ para con un Gobierno que cada vez, más y más, viene absorbiendo lo que no le corresponde, y quedan relegadas a un segundo plano las exigencias que exige un verdadero Colegio Católico. El artículo 71 de la Constitución Provincial sostiene: ‘El Estado reconoce y apoya a la familia como núcleo básico de la sociedad y, como tal, agente natural de cultura y educación. Le garantiza la libre elección de la educación para sus hijos’. Entiendo que los padres que mandan a sus hijos, libremente, a un Colegio Católico, es porque les ha interesado eso, y los apoya la misma ley. Por mi parte, reitero, no traicionaré esa elección de las familias que nos han encomendado a sus hijos, participando de algo que atenta contra el espíritu católico.”
No faltaron adláteres de la cabeza que me hicieron llegar sus deseos de que no sea más profesor de la casa, y hasta me reservaron consecuencias allende a este mundo debido a mis escritos, como si del otro lado fuera yo a ser castigado por oponerme a la ideología del demonio.
Ahora la directora me deja sin sueldo debido a que me opuse a dictar mis materias mediante la tenebrosa plataforma gubernamental. Ese es el pago que uno obtiene por parte de una cabeza que ha traicionado los fundamentos de un colegio. Así estamos, y cosas por el estilo hoy no escasean. Tiempo atrás, a un excelentísimo profesional defensor de la vida de los bebitos en gestación y profesor durante años en una institución autodenominada católica, se lo echó de dicha institución, ¡oh, locura!, precisamente por ser defensor de la vida de los no nacidos.
Vivo con poco dinero, y no vivo para el dinero. No será un obstáculo para que siga diciendo las cosas. Y si doy a conocer este escrito, es para sacar a la luz lo que muchos desean que permanezca oculto, para advertir, para mostrar la persecución y las imposiciones tiránicas y destructivas.
No callaré. Siempre me opuse a los autoritarismos, a las tiranías, y a los pedidos de que se respete una obediencia que no es más que falsa obediencia. A los prepotentes les encanta mandonear exigiendo ser obedecidos. “Superiores briosos” los llama el R.P. Castellani. No les importa escuchar las buenas razones, solo quieren que se hagan sus caprichos. Se los puede encontrar cumpliendo distintas misiones: presidentes, gobernantes, intendentes, concejales, senadores, diputados, empresarios, gerentes, jefes, padres, directivos, y hasta en religiosos y mitrados. Generalmente no usan del castigo cuando es debido, sino cuando exigen la falsa obediencia y no se los obedece; entonces fustigan, fulminan, lanzan imprecaciones, despiden, abusan, avasallan, suspenden o excomulgan. Bien les vendría leer la carta sobre la obediencia que Castellani trae en su libro “Cristo y los Fariseos”. No callaré. Quieren que todo se mueva entre las sombras, que nada salga a la luz, que todos guarden silencio, que nadie ose decir la más mínima palabra. Siembran miedo, y, a decir verdad, les ha dado muy buen resultado. Usan un formalismo inmisericorde y hasta juegan con la religión. No callaré. Sigo a una eximia maestra que vivió en el siglo XIV, y que enseñó: «¡Basta de silencios! ¡Gritad con cien mil lenguas, porque por haber callado, el mundo está podrido!». Se la conoce como Santa Catalina de Siena.
Escribir un Comentario
Su dirección de correo no va a ser publicada. Llenar la información solicitada con *