La polémica en torno a las declaraciones de la ministra de Educación Isabel Celaá sigue generando respuestas desde diversas entidades sociales, políticas y educativas.

En el ámbito evangélico, este martes se ha pronunciado el Consejo Evangélico de Murcia, en un comunicado en el que muestran su “profunda preocupación y disconformidad” con las palabras de Isabel Celaá referidas a los derechos fundamentales de padres e hijos.

La ministra hizo estas declaraciones en el contexto de la reclamación que el Gobierno envió al Gobierno regional de Murcia, por la aplicación del “pin parental” desde este curso. Este sistema permite que los padres puedan retirar a sus hijos de las actividades extracurriculares que se impartan en los colegios con las que no estén de acuerdo por su contenido moral o ideológico.

Para el CEMU, son los padres quienes “tienen el derecho de educar a sus hijos según sus convicciones éticas y morales, y siendo este un derecho Constitucional, no puede ni debe estar sujeto a políticas de turno ni a planteamientos ideológicos”. 

Es por ello que entienden que los padres deben ser previamente informados de “las charlas que incluyan competencias no curriculares que se desarrollen en horario lectivo” para así “poder valorar si dicha ctividad atenta contra la formación moral claramente protegida por la Constitución”.

El Consejo Evangélico añade que “ningún Estado democrático debe atribuirse la patria potestad de los hijos, cuando los padres están activos en esta labor y pueden ejercerla”.

Por: ProtestanteDigital