Esta operación policial es secuela de otra anterior en la que cayeron seis personas vinculadas a una red de prostitución infantil. Tirando del hilo de sus comunicaciones, los investigadores hallaron en uno de los ordenadores incautados abundantes correos electrónicos con fotos y vídeos de abusos a niños, algunos “de muy corta edad”. Los destinatarios del
Esta operación policial es secuela de otra anterior en la que cayeron seis personas vinculadas a una red de prostitución infantil. Tirando del hilo de sus comunicaciones, los investigadores hallaron en uno de los ordenadores incautados abundantes correos electrónicos con fotos y vídeos de abusos a niños, algunos “de muy corta edad”. Los destinatarios del material eran siempre los mismos. La Policía Nacional ha realizado 10 arrestos (cinco en Madrid, tres en Sevilla, uno en Barcelona y otro en Valladolid) y hay otras cuatro personas imputadas. Según la Policía Nacional, todos “constituían una red privada de pornografía infantil”.
Y estaban pensando en dar el siguiente salto, según se desprende de la documentación intervenida en doce registros practicados en Madrid, Sevilla, Murcia, Valladolid, Oviedo, Plasencia, Cornellá, Mataró y Sabadell. Los arrestados preveían crear en Madrid “un club de la perversión”, según su propia terminología. Se trataba de hallar “un lugar en el que concertar encuentros de los miembros del grupo para elaborar material pedófilo o abusar sexualmente de menores, que ellos mismos debían aportar a las reuniones”. En las conversaciones intervenidas por los agentes, varios de los arrestados habían fijado objetivos en sus propias familias. Hablaban de nietos o sobrinos.
Y en su foro de debate privado (para acceder había que hacerlo de la mano de uno de sus miembros) intercambiaban consejos y técnicas sobre cómo engañar a los menores. Se trataba de camuflar los abusos como juegos infantiles inofensivos. Durante la investigación dirigida por el Grupo I de Delitos Tecnológicos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Judicial de Barcelona, se intervinieron 15 discos duros de ordenadores, 11 portátiles, CD, memorias USB y tarjetas de memoria de teléfonos. Dentro había miles de archivos de pornografía infantil. Tras peinar todo ese material y realizar exámenes periciales, la policía no ha identificado “a ningún menor en situación de riesgo”.
Fuente: ProtestanteDigital
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