Según la acusación federal, el ministerio habría recaudado cerca de 50 millones de dólares desde 2014, utilizando presuntas prácticas de explotación laboral y manipulación espiritual de sus seguidores.
Redadas en varios estados
En las últimas semanas, agentes federales realizaron redadas simultáneas en propiedades vinculadas al ministerio en Houston (Texas), Tampa y Ocala (Florida), Michigan y Missouri. Uno de los allanamientos más notorios fue en un exhotel de Houston, que habría funcionado como campus ministerial.
Las autoridades confirmaron la detención de los principales líderes:
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David E. Taylor, autodenominado “Apóstol”, arrestado en Carolina del Norte.
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Michelle Brannon, directora ejecutiva de la organización, detenida en Florida.
Ambos enfrentan cargos por conspiración para cometer trabajo forzado, trabajo forzado y conspiración para lavado de dinero, delitos que podrían significarles hasta 20 años de prisión por cada cargo.
Testimonios de abuso
La acusación describe un esquema de coerción en el que los seguidores, conocidos como “armor bearers” (escuderos), eran sometidos a largas jornadas de trabajo sin remuneración, principalmente en centros de llamadas para solicitar donaciones diarias.
Exmiembros declararon que vivían bajo amenazas de castigos divinos, humillación pública, privación de alimentos, abuso psicológico e incluso físico. Además, se habrían utilizado las donaciones para costear un estilo de vida lujoso de los líderes: mansiones, vehículos de alta gama, botes y motos acuáticas, entre otros bienes.
Un detalle particularmente grave de la investigación es la acusación contra Taylor de ordenar a sus asistentes transportar mujeres a su residencia y asegurarse de que tomaran anticonceptivos de emergencia.
Un caso que sacude a la comunidad religiosa
El caso de JMMI/KOGGC ha generado un fuerte impacto en Estados Unidos, tanto en el ámbito religioso como en el judicial. De confirmarse los cargos, se trataría de una de las mayores operaciones de fraude y explotación laboral vinculadas a una organización que se presentaba como ministerio cristiano.
Por ahora, el proceso judicial continúa y las autoridades han advertido que podrían surgir nuevas acusaciones y detenciones a medida que avancen las investigaciones.