El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, durante su discurso en la Asamblea General de la ONU, defendió la libertad religiosa y agradeció a Dios por estar vivo. “Sólo sobreviví por un milagro de Dios. Una vez más doy gracias a Dios por mi vida” declaró el líder brasileño. En otra ocasión, el mandatario defendió la
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, durante su discurso en la Asamblea General de la ONU, defendió la libertad religiosa y agradeció a Dios por estar vivo. “Sólo sobreviví por un milagro de Dios. Una vez más doy gracias a Dios por mi vida” declaró el líder brasileño.
En otra ocasión, el mandatario defendió la libertad religiosa y condenó la persecución de las personas por sus creencias.
“La persecución religiosa es un flagelo que debemos combatir incansablemente. El gobierno brasileño, en particular, está preocupado por la creciente persecución, discriminación y violencia contra los misioneros y las minorías religiosas en diferentes regiones del mundo. Por esta razón, apoyamos la creación del Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas de Actos de Violencia basados en la Religión o las Creencias” declaró el presidente.
Bolsonaro citó un pasaje del Evangelio de Juan capítulo ocho verso 32, una de las características de su campaña, que dice: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Concluyó el discurso diciendo que agradecía “a todos por la gracia y la gloria de Dios”.
Crítica al socialismo
Las críticas al socialismo dominaron buena parte del discurso de Bolsonaro, igual que sucedería a continuación con el discurso del presidente estadounidense Donald Trump. El brasileño defendió “el nuevo Brasil que resurge del abismo del socialismo”.
Una ideología que sumió al país en “un estado de masiva corrupción, recesión económica, alta criminalidad e incesantes ataques contra la familia y los valores religiosos”, afirmó el mandatario.
El socialismo, insistió Bolsonaro, “sigue vigente y hay que derrotarlo”. Y recurrió al ejemplo de Venezuela, que “fue una vibrante democracia y hoy sufre la crueldad del socialismo”. El presidente llamó a la ONU a combatir “este ambiente ideológico que socava los principios básicos de la dignidad humana”.
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