CaixaForum Madrid acoge desde el 27 de junio hasta el 1 de septiembre una exposición de Biblias con 1.600 ejemplares procedentes de más de 170 países diferentes. El acceso a la exposición es gratuito. Más allá de su significado religioso, la colección permite valorar la diversidad lingüística mundial y la importancia de la Biblia para
CaixaForum Madrid acoge desde el 27 de junio hasta el 1 de septiembre una exposición de Biblias con 1.600 ejemplares procedentes de más de 170 países diferentes. El acceso a la exposición es gratuito. Más allá de su significado religioso, la colección permite valorar la diversidad lingüística mundial y la importancia de la Biblia para la conservación de estas lenguas. Algunos ejemplares son el único texto escrito en el idioma, e incluso hay lenguas ya muertas que también tienen su Biblia. El coleccionista andorrano Pere Roquet ha ido reuniendo desde 1995 esta magna colección. Aquel año, Roquet visitaba el poblado de Lokori, en Kenia. Allí, el padre Franco Moretti, un misionero comboniano, le regaló un Nuevo Testamento escrito en turkana, una lengua nilótica oriental hablada por casi un millón de personas.
Dio comienzo entonces a esta labor que, a lo largo de prácticamente veinticinco años, le ha llevado a reunir ejemplares de la Biblia en más de 1.900 lenguas distintas (en un total de 1.593 volúmenes).
EL LIBRO MÁS TRADUCIDO Y EDITADO DEL MUNDO
La Biblia se ha traducido a 3.350 idiomas distintos de los 7.111 idiomas existentes en el mundo. Es una cifra asombrosa si tenemos en cuenta que 3.116 de estas lenguas no tienen escritura. Algunas estimaciones calculan que se han editado más de 6.000 millones de ejemplares de la Biblia, lo que la convierte en el libro más editado de la historia. Y es un fenómeno que perdura: se estima que cada año se venden en el mundo 100 millones de biblias.
TODAVÍA CENSURADO Y PERSEGUIDO
Destacan algunos ejemplares que nos permiten conocer cómo es leer los textos sagrados en la clandestinidad. En este sentido, se exhibe un ejemplar de la Biblia de Corea del Norte, donde el cristianismo es perseguido. En este país, poseer una Biblia conlleva la pena de muerte, pero algunos ejemplares logran llegar al país desde la vecina Corea del Sur atados en globos equipados con dispositivos GPS. Estos libros son pequeños y ligeros para facilitar su transporte y no llevan título alguno en la portada para pasar inadvertidos.
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