Por la 4ta semana consecutiva, la iglesia Grace Community Church (GCC), dirigida por el pastor John MacArthur, se reúne en desafío a las leyes supuestamente “sanitarias” impuestas por las autoridades del estado de California.

Así está la cosa:
– El miércoles, Grace Community Church presentó una demanda en la Corte Superior del Condado de Los Ángeles para invalidar las restricciones inconstitucionales sobre las iglesias. La demanda nombra como acusados al gobernador Gavin Newsom, al fiscal general Xavier Becerra, al alcalde de Los Ángeles Eric Garcetti y a otros funcionarios de salud pública y agentes del orden en el estado.
– Horas después de que Grace Community Church presentó la demanda, autoridades del condado solicitaron una orden de restricción temporal para obligar a la iglesia a dejar de realizar servicios en el interior y cumplir con todas las demandas.
– El viernes, en la audiencia del litigio, el juez James Chalfant denegó casi todas las solicitudes del condado, y estuvo de acuerdo con el pastor MacArthur y la Iglesia GCC en que es responsabilidad del condado demostrar por qué debería permitirse infringir los derechos protegidos constitucionalmente de las iglesias a ejercer libremente la religión. El juez también expresó preocupación por algunos protocolos de seguridad.
– El pastor MacArthur y la iglesia GCC se puso de acuerdo con el juez y las autoridades del condado a guardar el distanciamiento social y usar mascarillas, pero eso sí, el servicio sería adentro y se cantaría en voz alta.
– El sábado, las autoridades del condado de los Ángeles apelaron a Tribunal de Apelaciones del estado de California. En las últimas horas del sábado, el Tribunal de Apelaciones de California anuló la orden de la corte inferior del condado de Los Ángeles que habría permitido que se llevaran a cabo servicios en el interior y reafirmó el cierre temporal, según las Órdenes del Oficial de Salud del Condado, que prohíben los servicios de adoración en templos.
En fin, Grace Community Church y el pastor MacArthur volvieron al punto de partida: o no reunirse y así seguir acatar los mandatos de las autoridades civiles, o seguir reuniéndose, en desafío de las autoridades civiles pero en obediencia a la autoridad máxima de la Iglesia, Cristo, la Cabeza. Bueno, como ya se lo imaginaban, optaron por honrar a Cristo antes que al César. Aquí el saludo de introducción del pastor MacArthur a su iglesia hoy en el servicio de la mañana. Estemos orando, que ciertamente corren el riesgo de severas multas y tiempo en la cárcel. Pero a DIOS sea toda la gloria: a pesar de ser miles los que se han reunido fielmente, nadie ha enfermado, y todos están animados en fe.

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