Cuando te topas con alguien que se jacta de su relación con su mascota, y afirma con orgullo un pensamiento entre las líneas, “los perros son mejores compañeros que las personas”, o, “los gatos molestan menos que hijos”, o algo en ese tren de pensamiento, literalmente te estás topando con una persona narcisista, con inclinaciones
Cuando te topas con alguien que se jacta de su relación con su mascota, y afirma con orgullo un pensamiento entre las líneas, “los perros son mejores compañeros que las personas”, o, “los gatos molestan menos que hijos”, o algo en ese tren de pensamiento, literalmente te estás topando con una persona narcisista, con inclinaciones tiránicas.
¿Por qué está muy “de moda” que la gente abandone las relaciones familiares tradicionales y se aísle con sus animales, pretendiendo que es lo mismo (y para algunos, incluso mejor) que la estructura familiar?
Simple: las relaciones humanas son difíciles. Requieren compromiso, auto-sacrifico, perdón, lealtad, paciencia, por momentos ceder los intereses y deseos de uno mismo .. los verdaderos elementos del amor. Por supuesto que tener un animal es mucho más fácil: lo alimentas y eres el amo y señor de la relación. Es completamente jerárquica la relación: tú mandas, el animal obedece. Tú experimentas la sensación de control total, el animal recibe su galletita.
No se puede hacer eso con una relación humana, los que lo hacen, los llamamos narcisistas y, si son violentos, psicópatas.
Mantener un matrimonio gratificante requiere un verdadero sacrificio; tener una relación sana con tus hijos, requiere compromiso constante; mantener una relación amorosa con tus padres, requiere perdón.
Mira, si quieres ser esa “señora loca de los gatos” o ese “viejo gruñón con sus fieles amigos perros”, adelante. Lo que te venga, bien. Pero no, eso no es una familia, y no, ni siquiera se acerca a lo enriquecedor que es cultivar relaciones humanas reales.
Aquí los dejaré con una cita de una revista para niños (Neugeist / Die Weisse Fahne) durante el Tercer Reich en Alemania:
“¿Sabes que tu Führer es vegetariano, y que no come carne por su actitud general hacia la vida y su amor por el mundo de los animales? ¿Sabes que tu Führer es un amigo ejemplar de los animales, e incluso como un canciller no se ha separado de los animales que ha mantenido durante años? … El Führer es un ferviente oponente de cualquier tortura de animales, en particular la vivisección, y ha declarado terminar con esas condiciones … cumpliendo así su papel de el salvador de los animales, de los continuos e innombrables tormentos y dolores”.
Ironía oscura en su máxima expresión: así como amaba a sus perros, odiaba a los seres humanos. No dista mucho al espíritu de nuestro tiempo, cuando la mayoría no quiere casarse, tener hijos, y se indigna cuando padres de familias numerosas salen a cazar con sus hijos, porque “pobrecitos los animales”, y “estamos sobrepoblados”, mejor abortemos.
Ha! El espíritu del anticristo en todo su esplendor ….
Escrito por: Joshua Enior Jiménez