Nacionalistas hindúes enviaron un grupo especial, escoltado por la policía, para derribar el centro misionero de la Iglesia Jeevan Jyoti y su lugar de culto en el distrito de Jaunpur la semana pasada, alegando que estaba construido en terrenos ilegales, según reporta la Unión de Noticias Católicas de Asia (UCA).

La policía demolición el centro, que había estado en pie por más de diez años, derribando su edificio de dos pisos y sus paredes perimetrales. Además, bloquearon todos los accesos al centro de la misión, según informa The Wire.

«Hasta ahora, la policía ha arrestado a 18 personas asociadas con la misión, incluido el pastor Durga Prasad Yadav», dijo un funcionario de la Iglesia Pentecostal de Uttar Pradesh, gobernado por el Partido Bharatiya Janata.

«Están en la cárcel y se están haciendo esfuerzos para sacarlos bajo fianza», añadió, pidiendo mantener su identidad en el anonimato.

En un informe de información estatal, funcionarios acusaron a Yadav, su esposa y su hermano de conspiración criminal. Este suceso refleja la creciente influencia de la ideología Hindutva en India, donde millones de personas creen que el país pertenece exclusivamente a los hindúes y buscan eliminar las demás religiones de la sociedad.

Estas tensiones religiosas han llevado a que India se posicione como el undécimo país con peor persecución cristiana, según la Lista Mundial de Vigilancia 2023 de Open Doors. Si bien los hindúes son la mayoría, los musulmanes y los cristianos también forman una parte significativa de la población de la India.

«Cada vez más estados están implementando leyes anticonversión, supuestamente para evitar que los hindúes se conviertan por la fuerza a otras religiones, pero en realidad, a menudo se usan como excusa para acosar e intimidar a los cristianos que simplemente están haciendo cosas como distribuir ayuda o tener una reunión privada de la iglesia. Estas leyes no parecen proteger a los cristianos de ser obligados a volver al hinduismo», afirma Open Doors.

El estatal demolió un centro pentecostal como parte de su determinación de erradicar estructuras ilegales en terrenos gubernamentales. Según Neha Mishra, alto funcionario del gobierno, el centro misionero fue construido sin permiso. Sin embargo, un funcionario de la iglesia afirmó que el edificio de dos pisos fue construido con permiso del gobierno, aunque una parte del centro estaba en terrenos ilegales.

El gobierno ha ordenado a la misión que pague los costos de demolición, que ascienden a 3.400 dólares. Las leyes anticonversión están generando situaciones similares en todo el país, resultando en el arresto y encarcelamiento de cerca de 400 creyentes desde su promulgación en 2020. Según el Christian Legal Center, este número se incrementa mes a mes, con 50 casos adicionales en septiembre.

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El gobierno de Uttar Pradesh ha encarcelado a 89 cristianos, incluyendo a un sacerdote católico, por supuesta violación de una ley que prohíbe las conversiones religiosas forzadas. Según el pastor Dinesh Kumar de Uttar Pradesh, el gobierno no quiere permitir que los cristianos organicen servicios de oración, ya que muchas personas que asisten a ellos se acercan más a Cristo y sus enseñanzas.

El pastor también destaca que muchos hindúes siguen el cristianismo pero no cambian de religión oficialmente, encontrando en Jesús sanación y paz. A pesar de que no están convirtiendo ilegalmente a nadie, los servicios de oración de los cristianos son objetivo de represión.

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