Un cristianismo mas incluyente y tolerante con el mundo: El mayor peligro que enfrentará la Iglesia en las próximas décadas

El mayor peligro que enfrentará la Iglesia en las próximas décadas no vendrá de los incrédulos ni de los que están fuera de la Iglesia, sino que vendrá de un gran número de personas dentro de la iglesia, que profesan haber creído en Cristo y muchos incluso ser sus líderes, pero que sutilmente, introducirán una

El mayor peligro que enfrentará la Iglesia en las próximas décadas no vendrá de los incrédulos ni de los que están fuera de la Iglesia, sino que vendrá de un gran número de personas dentro de la iglesia, que profesan haber creído en Cristo y muchos incluso ser sus líderes, pero que sutilmente, introducirán una nueva versión del cristianismo; según ellos, una versión “más auténtica, pero relevante a nuestro tiempo”, pero a la luz de las Escrituras, nada más que un viejo moralismo y un vano humanismo vestido de blanco.

Un cristianismo que no llama al arrepentimiento, que no juzga al hombre pecador por sus pecados, que no apunta a la cruz ensangrentada de Cristo, que le habla al hombre del amor de DIOS pero le oculta Su justa ira, que en un vano intento de convertir al hombre pecador abraza el mal y manda a callar a los profetas de DIOS, que le resta importancia a las consecuencias eternas del pecado y le dice al hombre que él es bueno, que él es el centro de la atención del universo, y qué sin él DIOS está incompleto, un cristianismo sin dientes, sin huesos, que mantiene a las personas inmaduras, no santificadas, esclavas de sus pasiones y conformadas al mundo y sus modas, que no lo entrega todo por la causa del Evangelio, que no llama a las naciones a la sumisión de Cristo y que en lugar de ser sal y luz, prefiere abrazar las tinieblas con tal y de ganarse la aprobación del mundo …tal cristianismo no solo no es el Cristianismo verdadero entregado a nosotros por los santos apóstoles y previas generaciones de fieles Cristianos, es un reflujo del mismísimo vientre de la bestia, la religión del anticristo, un cerdo vestido de escarlata y una condena justa para los que rechazan la verdad del Evangelio de Cristo (aunque digan con la boca que lo conocen).”Amados, por el gran empeño que tenía en escribiros acerca de nuestra común salvación, he sentido la necesidad de escribiros exhortándoos a contender ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos. Pues algunos hombres se han infiltrado encubiertamente, los cuales desde mucho antes estaban marcados para esta condenación, impíos que convierten la gracia de nuestro DIOS en libertinaje, y niegan a nuestro único Soberano y Señor, Jesucristo” (Judas 1:3-4).

Joshua Enior Jiménez

Alejandro V.
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