Este Falso Profeta confiesa cómo engañó a tantos evangélicos, que no supieron discernir entre una manifestación del Espíritu y una manifestación de la carne. Hemos cometido el error de poner las sensaciones y las “experiencias espirituales” por encima de Las Escrituras. De esta manera, hemos abierto la puerta para que espíritus de engaño como este,
Este Falso Profeta confiesa cómo engañó a tantos evangélicos, que no supieron discernir entre una manifestación del Espíritu y una manifestación de la carne. Hemos cometido el error de poner las sensaciones y las “experiencias espirituales” por encima de Las Escrituras. De esta manera, hemos abierto la puerta para que espíritus de engaño como este, encuentren un lugar en nuestras congregaciones.