Las familias chinas enfrentan presiones crecientes para evitar que sus hijos adopten el cristianismo, según socios de Release International, una entidad que apoya a cristianos perseguidos globalmente. Se informa que los niños en edad escolar en China deben declarar si son cristianos y, en caso afirmativo, firmar una declaración renunciando a su fe. La asistencia de los niños a servicios religiosos ha sido prohibida desde hace varios años.

Bob Fu, socio de Release International, destaca las consecuencias graves para las familias que fomentan el cristianismo entre sus miembros, incluyendo riesgos laborales y pérdida de beneficios de salud para los abuelos si no logran disuadir a sus hijos o nietos de la fe cristiana. Un caso mencionado involucra a una madre arrestada por enseñar religión a sus hijos en casa, situación agravada por la denuncia de su propio esposo.

Además, se señala que el Partido Comunista Chino está intensificando su represión contra la iglesia y el cristianismo, percibiéndolo como una amenaza no patriótica y pro-Occidental. Esto ha llevado al cierre de muchas iglesias, tanto oficiales como no oficiales, por la interferencia estatal. El informe subraya que China es un foco de preocupación creciente por la persecución religiosa, según el Reporte de Tendencias 2024 de Release International.

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