Lo que busco en estos días es un par de conversiones a la antigua. Debo admitir que no se ven demasiadas de ese tipo. 

Lo que tenemos hoy, en cambio, son cosas aguadas, pobres, desprolijas, andrajosas. Convencemos a la gente de que se han convertido pero no se ha implantado en ellos la vida divina. 

No guardan semejanza con Dios y por ello no hay comunión. Necesitamos otra vez las conversiones en las que el hombre se arrodilla, y estallando en llanto angustioso, confiesa sus pecados ante Dios, cree en Jesucristo, luego se pone de pie con el rostro iluminado, y saluda dándoles la mano a todos. 

Llorará, pero se esforzará por contener las lágrimas. ¿Qué era lo que lograba eso? No solo la consciente eliminación del pecado sino la consciente presencia de Dios revelada a su corazón. Ese es el gozo de la conversión, no el traer a Dios desde alguna estrella distante, sino conocer a Dios mediante un cambio de naturaleza, que Él esté cerca, «y yo no lo sabía». 

La enseña tremolad, las fuerzas Dios dará, 

Con paso firme y fiel marchad, la lucha fin tendrá. 

¡A Dios load! ¡Dad gracias y cantad! Amén. 

EDWARD H. PLUMPTRE (1821-1891) 

Oh, Dios que estás en el cielo, cuánto anhelo ver hoy verdaderas conversiones a Jesucristo, como las que veíamos antes. Úsame hoy para dar testimonio a alguien que necesite esa clase de conversión. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén. 

__Mi búsqueda diaria. A.W. TOZER_________________ 

Originally posted 2024-08-02 13:20:09.