EL SUFRIMIENTO: desafío obligatorio que demanda una respuesta

EL SUFRIMIENTO: desafío obligatorio que demanda una respuesta

En realidad, debido a que todos sufrimos por errores y pecados ajenos y errores y pecados personales. Debido a que todos estamos expuestos a enfermedades, accidentes, desastres naturales y tragedias, el sufrimiento nos acompaña a todos y toda la vida. por lo tanto, lo mas importante no es solamente que aprendamos a evitar todo el sufrimiento que es evitable, sino que aprendamos a manejar con sabiduría las consecuencias de aquellos que no hemos evitado y de aquellos que son inevitables.

 Nuestra reacción frente al sufrimiento es esencial para poder aprender las lecciones que Dios nos tiene preparadas. Nuestra reacción prepara el camino para ser mejores personas y para crecer en nuestra fe, para entender mas la soberanía de Dios y para poder ayudar a otras personas en necesidad.

PARA DESARROLLAR UNA RESPUESTA APROPIADA ES ESENCIAL QUE EXAMINEMOS SABIAMENTE NUESTRA VIDA PARA ASEGURARNOS CUAL ES LA RAZÓN DE NUESTRO SUFRIMIENTO.

Para hacer una buena evaluación, nosotros somos los responsables de ser honestos y hacernos las preguntas mas difíciles. Dios y nosotros somos los que mejor nos conocemos y por ello, la admisión de nuestra realidad, la aceptación de nuestra responsabilidad, el admitir nuestros errores y pecados nos pone de acuerdo con Dios quien es el único que conoce toda la verdad y a quien no podemos engañar. Este primer paso es esencial. El admitir una realidad que Dios conoce, nos pone de acuerdo con Dios y ese es el primer paso esencial para asumir nuestra responsabilidad, arrepentirnos, realizar cambios y obtener la ayuda divina. Es importante que sinceramente contestemos estas importantes preguntas:

1. ¿Es mi sufrimiento a causa de una catástrofe natural o accidente?
SI ESA ES LA RAZÓN, EVALUÉ LA SITUACIÓN, ASUMA SU RESPONSABILIDAD, BUSQUE AYUDA PARA CAMBIAR LO QUE ES POSIBLE Y DEPOSITE SU CARGA EN EL SEÑOR FRENTE A LO IMPOSIBLE.

Pregúntese: ¿Es mi sufrimiento resultado de tragedias naturales que afectan a justos e injustos?
Si lo que vive es producto de un accidente, terremotos, incendios, enfermedades, etc Recuerde que el mundo es pecaminoso y que tanto las personas buenas como las malas sufrirán. recuerde que las tragedias son parte de toda sociedad independientemente de la pecaminosidad que en ella exista. Es cierto que Dios disciplina, pero no todas las tragedias son producto de la disciplina divina. también existen tragedias naturales producto de que vivimos en un mundo caído, en una naturaleza que fue afectada y que espera, tiene dolores de parto para que llegue el día de la redención de todas las cosas.
Aun para los cristianos, puede ser difícil reconciliar todo el mal que ocurre en el mundo y el amor de un Dios todopoderoso que tiene el poder para detenerlo si él quiere, pero decide no hacerlo. No tengo la intención de querer representar a Dios pero si tengo la intención de explicar bíblicamente lo que entiendo con respecto a lo que ocurre en medio de las tragedias. Primero, debemos recordar que vivimos en un mundo caído. Debemos recordar que todo el mundo fue afectado por el pecado. Somos seres humanos débiles y cometemos errores y producimos tragedias. Los seres humanos inteligentes cometemos errores y producimos incendios. Esta tierra caída no es perfecta y por lo tanto existen maremotos, terremotos. Hay chóferes irresponsables que manejan borrachos, hay jóvenes irresponsables o con enfermedades mentales que eligen asesinar a otros. Dios también nos has dado libre albedrío. Dios no nos maneja como robots que debemos cumplir obligadamente su voluntad. El nos ha dado la libertad de realizar decisiones y algunas inteligentes y hermosas y otras son equivocadas y pecaminosas. Algunas son sabias y responsables y otras necias e irresponsables.
También Dios ha determinado que exista la fe. Ha determinado que la fe será esencial para poder convertirse en uno de sus hijos. Se imagina usted si Dios removiera toda duda acerca de su existencia. El podría hacerlo pero no lo hace porque la fe es una piedra angular del cristianismo. Imagínese que ocurriría si las malas cosas ocurrieran sólo a las malas personas. Imagínese que si vamos en un avión y hay una tragedia sólo murieron los no cristianos. Imagínese que todos robo, asesinato, violación y toda enfermedad ocurriera solo a las personas no creyentes. Imagínense que a todo aquel que se declare ateo le cayera un rayo. Recuerde este es un mundo caído. Fallamos los seres humanos y existen tragedias. Y la lluvia cae sobre justos y pecadores. Así también la enfermedad y las tragedias porque son parte de un mundo, de una naturaleza caída.
Obviamente no tenemos la capacidad de entender todo lo que Dios piensa. Dios tiene una visión muy diferente a nuestra visión temporal. Recuerde lo que vivió el mismo Jesucristo. Si nosotros hubiéramos sido maltratado, si hubiéramos recibido latigazos, si hubiéramos sido crucificados y asesinados seguramente no entenderíamos que todo ese proceso era necesario porque traería frutos extraordinarios. La biblia dice que el castigo de nuestras faltas fue sobre él y que por sus llagas fuimos nosotros curados. Por sus heridas, por la sangre derramada. Por tomar nuestro lugar nosotros recibimos la oportunidad de creer en él y ser salvos. Dios nos de la vida con los mismos ojos que lavemos nosotros. Pero él siempre al final tiene lo mejor para nosotros. La gran diferencia es que Dios está con sus hijos en medio de las tragedias. La gran diferencia es que los que tenemos fe y pasamos las mismas tragedias, podemos superarlas. El daño que recibimos las personas de fe siempre es menor que aquellos que viven sin Dios.
También debemos recordar que a menudo los seres humanos nos volvemos a Dios en medio de las tragedias. Una de las más duras realidades de la naturaleza humana es que cuando estamos felices, saludables, cuando tenemos dinero y todo va bien, tendemos a olvidarnos de Dios. C. S. Lewis escribió: “Dios nos musita (susurra, murmura) en nuestros placeres, nos habla en nuestra conciencia pero nos grita en nuestros dolores. Es su megáfono que levanta a un mundo sordo.” No es que Dios desea nuestras tragedias y tampoco en las planifica. Dios las conoce y se pone a nuestro lado cuando sufrimos los sufrimientos y tragedias del mundo caído y abre sus brazos también para apoyarnos cuando nosotros hemos elegido cometer pecados, el quiere que nos arrepintamos. El está listo a consolarnos, animarnos, fiarnos, restaurarnos, darnos nuevas oportunidades cuando como seres humanos cometemos errores que resultan en inundaciones, sequías, incendios,etc.
Es en medio del dolor y la tragedia que tenemos también oportunidad los seres humanos para unirnos, para apoyarnos los unos a nosotros, para mostrar nuestro amor de manera práctica. Dios está con nosotros, él conoce las tragedias, él conoce nuestros errores, él conoce las fallas de un mundo caído y el siempre estará con nosotros para ayudarnos a salir de toda experiencia difícil y dolorosa.
Pero las personas que se someten a Dios en medio de su sufrimiento, entienden la diferencia entre lo que es posible cambiar y lo que es imposible controlar, que actúan con prudencia, buscan ayuda cuando la carga supera a su capacidad y ponen su carga, sus angustias, en Dios cuando supera sus fuerzas y capacidad, de seguro que tendrán la guía, protección y el poder que Dios ha dejado disponible.

2. ¿Es mi sufrimiento provocado por imprudencia y errores?
Todos cometemos errores, pero solo los sabios aprenden de ellos. Los sabios no son perfectos y seguirán cometiendo errores, pero evitan al máximo cometer los mismos. Quien no ha tomado la determinación de ser un permanente observador de sus propias acciones y sus actitudes, no puede realizar cambios permanentes y sustanciales. Es un acto de irresponsabilidad vivir orando para que Dios corrija los resultados de nuestros errores o nos evite las consecuencias de nuestra imprudencia mientras se cruza de brazos y no busca la orientación bíblica, el consejos sabios de otras personas y ora por sabiduria divina para entender su responsabilidad, tomar la decisión de evaluarse y corregir los errores y evitar la imprudencia cuando la ha detectado.
Admita su realidad, no ande buscando los errores de los demás. observe sus actos de imprudencia no ande criticando la imprudencia de otros.
Evalué específicamente cuáles son sus errores. si no ha acostumbrado a realizar evaluaciones personales y se ha dedicado simplemente a mirar la paja del ojo ajeno, será muy complicado evaluar sus propios errores y determinar cuáles son sus actos de imprudencia.
Investigue con seriedad las consecuencias de sus errores y su imprudencia. Investigue con detalles cuáles son los errores más comunes y en que áreas tienen mayor tendencia a cometer actos de imprudencia. Observe con mayor detenimiento sus áreas de mayor debilidad. Observe cuales son los patrones de conducta porque eso le ayudará a determinar cuáles son las rutinas que usted desarrolla en este proceso de cometer errores.
Busque ayuda si no tiene la capacidad de auto evaluación. Las personas que acostumbran a acusar a otros, las personas que acostumbran a no admitir sus culpas y que no han desarrollado la capacidad de pedir perdón tienen serias dificultades para comenzar a hacerlo.
Sólo acostumbre a orar para que Dios le de la fuerza y el espíritu Santo le traiga convicción para que en forma rutinaria aprenda a evaluar cuáles son sus errores y sus actos de imprudencia. Pero acostumbre también a tener una lista para ir observando cuáles son los errores que más repite y cuáles son los actos de imprudencia más acostumbrados para que asuma su responsabilidad en el proceso de cambio y realice con consistencia y determinación las debidas correcciones.
Recuerde que no solo sufrimos por pecados, sino a veces por errores e imprudencias Y muchas personas se decepcionan, se desaniman porque están orando para que Dios les ayude en su sufrimiento y para que puedan evitarlo, pero lo que tienen que aprender a evitar son sus actos de imprudencia y los errores que producen constantemente temporada de sufrimiento.
El salmista nos muestra el proceso destructivo de nuestras actuaciones erróneas. Comienza con una pregunta. El dice en el salmo 19: 12
¿Quién podrá entender sus propios errores?
No era fácil para él y no es fácil para nosotros. Por eso debemos desaprovechar esta capacidad de auto evaluación identificación de nuestros errores. Luego agrega “librame de los que me son ocultos.” esta es otra realidad. Nosotros podemos identificar ciertos errores debido a que no hemos acostumbrado a darle importancia a algunos tenemos la tendencia a no identificarnos. Otros son ocultos a nosotros por nuestra falta de desarrollo de una percepción saludable, pero no son ocultos a los demás y por supuesto no ocultos delante de Dios. El salmista pide a Dios que les brinde de mantener aquellos errores ocultos quiere aprender a identificarlos y esa es nuestra responsabilidad. Luego en el versículo trece nos muestra el siguiente paso en esta progresión destructiva. Dice el salmista: “preserva también a tu siervo de las soberbias.” Vivimos una situación más grave cuando no solamente ignoramos los errores o cuando nos hemos acostumbrado a cometerlos e ignorarlos y hoy no nos molestan y se convierten en ocultos, sino que también por ignorarlos constantemente nos conduce al siguiente paso destructivo que es los actos de soberbia. Nos lleva a la altanería el orgullo, la arrogancia, la insolencia, la petulancia y esto es más grave delante de Dios. Esta es una de las razones porque algunos cristianos viven en permanente disciplina y por lo tanto en constante sufrimiento. Dios no puede permitir que actuemos con soberbia y con orgullo manteniendo pecados que él dice que tenemos que abandonar.
La siguiente petición del salmista aparece en el versículo 13 también donde pide “que no se enseñoreen de mi”. Cuando esos pequeños errores que no son detectados son que son ignorados y aquellos actos de imprudencia que no corregimos se convierten en ocultos y luego se convierten en costumbre por nuestros actos de soberbia te petulancia entonces vamos camino al siguiente paso que es el señorío del pecado en nuestras vidas. Esta es una actitud máxima rebelión. No te quiero salmista agrega “entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión”. Es obvio que vivirá en permanente sufrimiento el cristiano que decide ignorar sus pequeños errores y luego mantenerlos ocultos y luego permitir el orgullo y la soberbia y luego actuar con rebelión. Esta persona puede vivir orando para que Dios le quite el sufrimiento y Dios nunca lo hará, porque es el mismo Dios quien lo permite debido a que ha elegido una progresión pecaminosa que le lleva a la rebelión.

3. ¿Es mi sufrimiento resultado de la disciplina divina?
Mientras más estudio la Palabra del Señor, sobre todo los pasajes concernientes a la disciplina, mas me doy cuenta que ésta es una prueba del amor divino. Esto podemos notarlo en Hebreos capítulo 12 versículos 5 al 11 donde se nos muestra que ningún creyente verdadero está libre de la disciplina de Dios. Hebreos 12: 6 dice:
“Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo”.
Dios disciplina a sus hijos utilizando dos formas. Lo hace directamente y también por medio de las autoridades de la iglesia. Autoridades bíblicas y sabias que siguen procedimientos bíblicos y que tienen en mente el bien de la persona que necesita disciplina eclesiástica y que la realizan con el amor que la Biblia exige y que resulta en el bien de la persona. No son lideres tiranos o que exigen una vida de santidad que ni ellos mismos tienen, o que manipulan e intimidan haciendo creer a la gente que ellos no deben ser confrontados sabiamente, ni cuestionados bíblicamente.
La disciplina debe ser ejercitada para animar la pureza de la iglesia; pero debe ser llevada a la práctica con mucho cuidado. El apóstol tiene mucho que decir concerniente al pecado del pueblo, sobre todo en el caso de la iglesia de Corinto donde había razones suficientes como para exhortar a la iglesia y disciplinar a los que persistían en causar divisiones, vivir en la inmoralidad, o tener una conducta desordenada, etc. Es indudable que la disciplina más drástica se aplicó en los casos de pecados evidentemente más escandalosos, lo que de ninguna manera significa que no se haya decidido acciones correctivas en otros pecados que aparentemente en nuestros días son considerados indignos de disciplina. Es erróneo pensar que vamos a tener una iglesia sin pecado solo porque aplicamos la disciplina, pero también es erróneo pensar que estamos cumpliendo fielmente nuestra función de lideres de la iglesia ignorando los pecados y las actitudes erróneas de lideres y miembros.
En forma directa Dios disciplina a sus hijos permitiéndole vivir consecuencias de sus acciones o permitiendo dolor, tristeza y castigando los actos de rebeldía. El apóstol Pablo al dirigirse a los creyentes de Corinto les dice que a Dios le desagrada que sus hijos participen indignamente de la celebración de la Santa Cena, cuanto mas los actos de rebelión abierta. Participan indignamente quienes no son creyentes o los creyentes que mantienen pecados ocultos, no desean arrepentirse o quienes tienen conflictos con sus hermanos y no buscan restaurar las relaciones interpersonales saludables. Pablo dice que debido a que los creyentes estaban actuando en desobediencia a lo establecido por Dios, sin sujetarse a las indicaciones divinas, Dios permitía la enfermedad, los conflictos emocionales y aun la muerte como un acto disciplinario directo. Pablo dice “por esto hay algunos enfermos, debilitados y algunos duermen.”

[pullquote]EVALÚESE, Y CONFIESE LOS PECADOS QUE CONOCE Y HAGA UNA SERIA INVESTIGACIÓN DE PECADOS OCULTOS. OBSERVE LO QUE DICEN OTRAS PERSONAS. NO SIGA LA COSTUMBRE DE REACCIONAR MOLESTO CUANDO ALGUIEN LE COMENTA SOBRE SUS ERRORES Y PECADOS, Y PONGA MUCHA ATENCIÓN CUANDO ALGUIEN LO EXHORTA. ESPECIALMENTE CUANDO LE EXHORTAN AUTORIDADES SABIAS Y BÍBLICAS. NO TOQUÉ UNA ACTITUD DEL DÍA. CALLE, INVESTIGUE, EXAMINE SU VIDA. ANALICE Y LUEGO ARREPIENTAS DE LOS PECADOS QUE ESTÁ COMETIENDO. BUSQUE AYUDA PROFESIONAL Y BÍBLICA SI NO SABE CÓMO SALIR DE ELLOS. SOMÉTASE ALGUNA AUTORIDAD SABIA PARA QUE PUEDA TENER RESPONSABILIDAD ANTE ALGUIEN QUE PUEDA AYUDARLE EN ESTE PROCESO. Identifique los pecados, todos los pecados. investigue minuciosamente, confiéselos, arrepiéntase y abandónelos.[/pullquote]

4. ¿Es mi sufrimiento permitido soberanamente por Dios con un propósito especifico?
EVALUÉ Y PIENSE EN SU SERVICIO PASADO, LA SITUACIÓN DEL PRESENTE Y DONDE SE LE GUSTARÍA VERSE EN EL FUTURO.
Si no descubre pecados que están produciendo dolor, si no esta viviendo consecuencias de pecados pasados, si ha investigado y ha concluido que su sufrimiento no es el resultado de la disciplina divina, entonces pregúntese: ¿Me esta preparando Dios para un servicio en particular? ¿Es este sufrimiento necesario en mi proceso de purificación?
¿Mediante este sufrimiento Dios me está aquí guiando, me está dirigiendo a realizar cambios que son esenciales para mi ministerio futuro?
Piense en los dones que Dios le ha dado, analice si esta siendo guiado a su practica, si esta siendo encerrado por Dios para que haga cosas nuevas, diferentes y El lo está presionando para convertirlo en una persona mejor, mas apta para su servicio. Piense en donde quiere verse en el futuro y que servicio usted ha anhelado y observe si existe indicio de una preparación especifica divina.

5. ¿Es mi sufrimiento el resultado de la determinación divina de probar mi fe?
Al inicio de un tiempo de prueba, nuestra fe es desafiada, pero a final, nuestra fe será recompensada. Es en el medio de este tiempo de prueba que el stress y la ansiedad nos invaden y nos consumen. Por supuesto, no es un tiempo fácil; pero es en aquellos momentos que nuestra fe es fortalecida. Es en los tiempos de soledad y espera que nuestras raíces se introducen mas profundamente, aunque por momentos sentimos que debemos abandonarlo todo pues la duda nos ha invadido. Es en los tiempos de soledad que estamos mejor acompañados, en los tiempos de debilidad, cuando somos mas fuertes y en los tiempos mas difíciles es cuando somos forzados a aplicar nuestra fe. Por momentos recibimos maltratos o reproches cuando no merecemos, allí sufrimos. Sufrimos cuando nuestros seres queridos sufren y sufrimos cuando perdemos lo que nos ha costado y amamos. Recuerde que Ud. no esta solo. No solo hay muchos otros cristianos que sufren lo mismo, sino que a su lado esta el Dios Todopoderoso que nunca se equivoca y que ha prometidos estar con sus hijos en todo momento y en toda circunstancia. Créame lo que le digo pues eso es lo que dice la Palabra de Dios.
EVALUÉ Y MANTENGASE FIRME EN OBEDIENCIA.
PREGÚNTESE, ¿He sido seleccionado específicamente por Dios para probarme por medio del sufrimiento? Determine que verdaderamente sea una prueba de su carácter y no la consecuencia de sus pecados. Determine si es verdaderamente una prueba divina o un sufrimiento producto de la disciplina por nuestros pecados. Si está convencido que es una prueba de su fe, de su carácter, si Dios está permitiéndole evaluar si es sincero su anhelo de desarrollar un ministerio, si es genuino de deseo de servir en el cuerpo de Cristo, si Dios está probando su vida, entonces, acepte la soberanía divina. El es soberano y El siempre hace lo mejor por nosotros, aunque en el momento no lo creamos.
Busque la guía bíblica, estudie profundamente sobre la prueba y determine que verdaderamente tiene bases para concluir que está siendo juzgado por Dios.
Estás seguro, es mejor que busque la ayuda de lideres sabios.
Dios nunca pondrá más carga que la que usted puede llevar. La prueba nunca será más grande que la capacidad que Dios le ha dado y que el poder de Dios que ha dejado disponible para que usted lo use para poder soportarla. Recuerde que tiene otros recursos. Fuera de la guia de la palabra de Dios bien estudiada, el apoyo y la orientación de líderes bíblicos y sabios tambiéntiene también el apoyo que pueden brindarle sus hermanos. Busque el apoyo en la oración.

5. ¿Es mi sufrimiento producto de una persecución por mi fe?
La palabra de Dios dice que en el mundo tendremos aflicción. Que seremos perseguidos por nuestra fe. La Biblia nos asegura que Satanás anda como león rugiente buscando a quien devorar y que en este mundo existen enemigos acérrimos de nuestra fe. Usted puede experimentar persecución en su familia, en el trabajo. Pero asegúrese que está siendo perseguido porque usted es responsable, respetar, confiable, justo, trabajador. Asegúrese que usted está siendo perseguido porque tiene un carácter correcto. Si usted llega tarde y se va temprano, si usted no cumple con sus obligaciones. Si usted es mal genio y tiene conflictos con las demás personas. Si no sabe cómo relacionarse con el jefe bueno, blando, respetuoso o duro o tirano, entonces no crea que está haciendo perseguido por su fe.
Evalué bien su situación y manténgase firme en sus convicciones, pero primero asegúrese que sus convicciones son realmente bíblicas. Busque la ayuda de un líder que le permita ayudar a identificar si su carácter es el carácter que Dios exige. Evalué si realmente se está comportando como un hijo de Dios que tiene palabras, actitudes, y conductas bíblicas y sabias y si eso es verdad y lo comprueban los lideres sabios, manténgase en sus convicciones aunque tenga que renunciar o ser despedido de su trabajo. Pero si descubre que realmente los errores, los pecados son suyos realice los cambios que son necesarios porque ustedes no estás siendo perseguido por sus convicciones sino por sus irresponsabilidades.

Si no sabe por que está sufriendo y no puede identificar las razones manténgase en oración y actuando basado en sabias convicciones. Espere con confianza en Dios y respete sus actos soberanos y siga actuando con sumisión y sabiduría.

B. DEBEMOS VOLVERNOS AL Dios SOBERANO QUE NO SOLO PERMITE EL SUFRIMIENTO, SINO QUE TIENE LECCIONES IMPORTANTES Y LA SALIDA NECESARIA.
Debemos buscar a Dios en oración, recuerde que este es un medio esencial para relacionarnos con Dios. Ore pidiendo a Dios que le guie, de El puede obtener no solo el poder para vencer, sino también la dirección para saber hacia donde dirigirse. Ore a Dios mientras está buscando el consejo sabio de la Palabra de Dios. Ore a Dios para que le guie a los lideres sabios, a aquellos que conocen a Dios íntimamente, la Biblia profundamente y que aconsejan sabiamente. Nunca elija una reacción negativa. Dañara todo el proceso, no aprenderá, agravará la situación si prefiere endurecerse, rebelarse y no aceptar que Dios es soberano y misericordioso.

C. DEBEMOS ELEGIR LA ACTITUD APROPIADA QUE NO SOLO PERMITE ENTENDER CADA LECCIÓN, SINO QUE DEMUESTRA NUESTRO AMOR POR Dios Y SUMISION.

Hemos elegidos una respuesta sabia cuando elegimos la actitud apropiada que nos motiva a responder creyendo que somos participantes de los sufrimientos de Cristo.
Respondemos con buena actitud cuando creemos que Dios está involucrado y que nuestra vida y futuro está asegurado.
Respondemos con buena actitud si creemos que Dios nos dará su salida, tal vez diferente de lo que esperamos, pero si seguimos sus instrucciones obedientemente y no tratamos de actuar o reaccionar basados en nuestras ideas por sobre los principios divinos.
Respondemos como Dios espera si tomamos todas las medidas sabias y bíblicas que El ha dejado a nuestro alcance.
Respondemos bíblicamente cuando dejamos a Dios lo que es imposible para los hombres y asumimos nuestra responsabilidad en todo lo que es posible.

D. DEBEMOS DESARROLLAR UN ESPÍRITU SENSIBLE Y EMPATICO.

Debemos pensar en que no solo nosotros sufrimos, que existen otros en el mundo que sufren. Al hacerlo así, nos convertimos en personas sensibles.
Debemos pensar que otros no tienen a Dios y no tienen fuente de protección y sabiduría. Pensando así nos convertimos en personas comprensivas dispuestas a ayudar.
Debemos pensar que otros tienen a Dios, pero no tienen la sabiduría y que si aprendemos las lecciones que Dios ha determinado darnos, ese aprendizaje será la guía y fundamento para aconsejar a quienes sufran en otro momento.

E. ACTITUDES SABIAS QUE DEBEMOS ELEGIR.

1. Determine sabiamente por que está sufriendo. Llegue a una conclusión sabia pues de su conclusión dependerá su reacción. si concluye que está sufriendo por una prueba cuando es disciplina, no se arrepentirá. Si concluye que es por sus errores, cuando es una combinación, no confrontará el pecado de otros.
2. Evite culpar a Dios, resentirse con El y endurecer su corazón. Mas bien acérquese a El, acepte su voluntad y autoridad y soberanía y viva en sumisión.
3. Evite aislarse e ignorar a Dios mientras esta sufriendo. Mas bien realice preguntas directas a Dios y trate de entender el punto de vista divino en lo que esta ocurriendo.
4. No pregunte a Dios por que el permite el sufrimiento. Mas bien investigue con detenimiento el para que Dios le permite pasar por esas duras experiencias en ese momento.
5. No rechace abrir su corazón a personas amorosas, sabias y prudentes. Mas bien comparte con quienes pueden apoyarle en forma excelente.
6. No rechace el consuelo divino. Mas bien aprenda de su consolación para poder consolar a otras personas que pasan por un tiempo de aflicción.

David Hormachea.

Originally posted 2020-10-12 17:35:38.

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