Un nuevo telescopio con el apelativo de Lucifer ha sido estrenado en el Mt. Graham, en Arizona, en el mismo sitio donde el Vaticano tiene su Observatorio, y uno de los mejores para observar el cielo en todo el continente
Tan extraño como que el Vaticano posea observatorios astronómicos es el nombre, Lucifer, que aprobó para el que se encuentra en el Monte Graham, en Safford, Arizona, Estados Unidos y que significa príncipe de los demonios, entre otras acepciones.
Para los científicos de las cinco universidades alemanas que lo instalaron ese nombre fue el que mejor se ajustó a las características técnicas de sus instrumentos, según declaró un portavoz de la Universidad de Arizona, Daniel Stolte, a Popular Science en 2010.
Técnicamente, este Lucifer, contiene un instrumento que se enfría a -213° Celsius, (-351 °F) para poder realizar observaciones en el espectro infrarrojo cercano. Allí suele observarse la formación de estrellas y planetas, y también a galaxias jóvenes muy distantes.
Además, cuenta con tres cámaras intercambiables y la aplicación de espectroscopia en diferentes resoluciones. Su campo de visión es muy amplio y posee capacidades de alta resolución, lo que permite una inmensa captación de imágenes.
El que esta institución sea dirigida por los sacerdotes de la Compañía de Jesús, conocidos como jesuitas, tal vez no suene tan extraño porque tradicionalmente estuvieron a cargo de las misiones más intrigantes de la Iglesia Católica, y su acceso directo a los papas les confiere ciertos privilegios.
Lo que eventualmente podría añadir misterio a los observatorios astronómicos del Vaticano, sería el misterioso objeto que al parecer están buscando, y que vendría de una distancia muy remota, de acuerdo con los investigadores del canal de YouTube Right Hemispheric Remote Viewing.
Más allá de la autenticidad de los eventos científicos que tengan lugar en esas instalaciones, el mismo presentador de Right Hemispheric Remote Viewing hace notar otros aspectos impactantes, descubiertos en el diseño de un auditorio del Vaticano, con aspecto de cabeza de serpiente, lo que de alguna manera le hace inferir que el nombre de Lucifer tal vez no sea tan casual.
Pasando ahora a la versión oficial de la página del Telescopio Vaticano de Tecnología Avanzada (VATT), administrada por la Fundación del Observatorio Vaticano, allí se informa acerca de otro observatorio de casi 500 años.
“El Observatorio Vaticano es uno de los observatorios astronómicos en activo más antiguos del mundo, ya que sus raíces se remontan a 1582 y a la reforma gregoriana del calendario”, escribe.
Y agrega: “Con sede en la residencia papal de verano de Castel Gandolfo, a las afueras de Roma, esta obra oficial del Estado de la Ciudad del Vaticano, sostiene a una docena de sacerdotes y hermanos (jesuitas y diocesanos) de cuatro continentes que estudian el universo utilizando métodos científicos modernos”.
Asimismo, comunica sobre otros colaboradores y científicos que se aplican al estudio de diversos temas, lo que no significa que no persistan las inquietudes e incógnitas que ocupan a muchos observadores.
José Hermosa – BLes.com
Originally posted 2014-11-14 11:54:44.
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