Una generación de formidables líderes cristianos evangélicos y reformados va llegando a su ocaso. Sproul, Stanley y Keller ya partieron con el Señor. Muchos otros ya entraron en edad avanzada y tarde que temprano también nos dejarán.

¿Qué nos queda? Nuestros AMADOS PASTORES LOCALES. Ellos son los que velan por nuestras almas, dan cuenta por nosotros, preparan el sermón de cada domingo para que seamos edificados con el Evangelio, atienden nuestro teléfono para cualquier necesidad, nos cuidan del peligro, les hacemos las preguntas difíciles, nos acompañan en cumpleaños, celebraciones, funerales y convalecencias; caminan con nosotros, con nuestras familias, con nuestras dificultades y veleidades, mientras también soportan las suyas.

A ellos, la gran mayoría anónimos, humildes y austeros, debemos amar, reconocer y honrar primeramente. Han abandonado su propia vida por la causa de Cristo y el rebaño del Señor. Valóralos, agradéceles, cuida de ellos, ora por ellos y sé también un discípulo leal y confiable.

Del relevo generacional de la iglesia del Señor, tanto de los que tienen suceso global como de los que son enviados a la mies (a veces en sitios desprovistos de glamour y comodidades), el Señor se proveerá, como siempre lo ha hecho. Los más jóvenes preparémonos y seamos deseosos de aprender y tomar la posta, recorramos juntos esta buena carrera de la fe.

Tomado de Jeff Fontalvo

Originally posted 2023-05-23 14:16:41.